domingo, 24 de julio de 2011

La historia de una vida

     El fuerte deseo de viajar hacia alguna parte; alguna parte donde no existe mas que la vida eterna del mar y la fauna. El sentimiento de estar destrozado en tu interior gracias a la gente que te rodea. Padres protectores que no comprenden el dolor que sus hijos sienten cuando los encadenan por temor a que un día emprendan el vuelo; hermanos que pecan sin antes reparar en las consecuencias; amigos que te abrazan con falsedad mientras sujetan un estilete para hundirlo en lo más profundo de nuestros corazones en los momentos en los que más los necesitamos.
     Tener un sueño, ilusionarte, planificarlo, programarlo, imaginarlo para que el día en el que necesites el mayor apoyo de las personas más cercanas te respondan que no vales para ello; una visión precipitada de un adolescente en el que pronto discurrirá un nuevo deseo, ellos piensan.
     Conseguir un mejor amigo que llora contigo, te abraza, te ama, te habla, aunque a veces no alcances a entender la mayor parte de las cosas que quiere decir. Un pequeño y tierno animal que nunca te abandonará vayas a donde vayas. Un animal que el día menos esperado se va; a algún lugar muy lejano para tí pero cercano para nuestro compañero: nuestro propio corazón.
     Esto es a lo que yo llamo vida; quién dijo que sería fácil, tampoco elegimos dónde, cúando y por qué nacer. La historia de nuestra vida no comienza cuando vemos por primera vez la luz; su origen está en la de nuestros padres: Su recuerdos se van escribiendo; buenos y malos momentos ocurridos a lo largo de ella entre los cuales nos encontramos nosotros y, en ese momento, comenzando el destino de alguien que viene.
     A todas las personas que sienten un gran vacío dentro de ellas, un gran agujero negro donde no hay nada cuando te adentras en él, les pido que aguanten. Yo se, como propia experiencia vivida, que esas personas son las más fuertes y las que, sin importar de qué manera, conseguiran alcanzar sus más profundos y anhelados sueños. 
     Espero que estas pocas palabras os hayan podido aliviar un poco ese dolor; os doy el primer empujón hacia vuestra cima. ¡Ánimo!


Escrito por: Marina Jiménez (underneaththesmile - Ina )






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